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Mi primera vez - llamadas frías, aka cold calling
Mi primera vez
¡Ay, qué tiempos aquellos!
Corría el verano de 2016 cuando se produjo ese momento mágico que todo joven de hormonas revolucionadas espera con miedo y dosis altas de nerviosismo y expectación.
Hablo, como es evidente, de mi primera vez. Pero espera, que ya sé por dónde vas y te veo venir. No, de esa primera vez no.
Hablo de mi primera llamada a puerta fría a un cliente.
En mi cabeza comparten espacio una y otra a partes iguales, jamás las olvidaré, eso seguro.
Centrémonos, por favor.
Dada mi inexperiencia y echando la vista atrás, hubiera agradecido que alguien me guiara en esos primeros pasos. Ya se sabe que las primeras veces no son del todo satisfactorias, que terminas con la sensación de no haberlo hecho bien. Aunque bueno, dicen por ahí los que saben de esto que de los errores se aprende, pero ¿y si aprendemos sobre la marcha?
En Ublux queremos suplir la inexperiencia con nuestro call whispering.
Que qué esto. Muy sencillo.
El call whispering es una de nuestras múltiples funcionalidades, diseñada para que puedas guiar a tus agentes en esas primeras llamadas en las que aún no tienen interiorizado el mensaje que quieres transmitir o en la que los nervios de las primeras veces pueden pasarse a saludar.
Claro está, lo harás sin que la persona que está al otro lado del teléfono se entere. Dicha funcionalidad cobra especial relevancia para que tus agentes no pierdan nunca el control de la llamada, especialmente en esos primeros instantes en los que está todo en juego.
Además, si has experimentado esa desagradable sensación del no por respuesta, sabrás que no son pocos los agentes que se frustran rápidamente ante la negativa de un cliente.
Por eso, y basado en tu experiencia, el modo susurro los ayudará a forjar esa piel de hierro que les hace incansables al desaliento.
Hay un plus añadido que no por evidente dejar de ser importante: dos cabezas piensan mejor que una, especialmente en una situación bajo presión en la que en pocos segundos debes causar confianza en el cliente para que se quede.
Jugar ese dos contra uno puede ser el factor diferencial que nos haga cerrar la venta.
Pero esto no es solo aplicable a tus agentes. Imagina que tú, como CEO de tu startup, tienes una reunión con otro CEO. Es algo así como un examen final de carrera del que depende el crecimiento de tu empresa.
Tú confías en ti mismo y además de confiar, te preparas. Estudias los puntos fuertes de la otra empresa, sus puntos de dolor y le presentas una solución, buscas hasta si hay un restaurante cerca de su oficina para preguntarle si ha comido allí y recomendárselo o no, lo que sea con tal de darle cercanía a la conversación y tratar de agradar.
Tienes la sensación de que todo va bien hasta que te hace esa pregunta que no habías contemplado. Empiezas a sudar y pensar en negativo, “no puede ser, no quiero quedar mal”. Pero tranquilo, mente fría, no estás solo.
Recuerda que por el “pinganillo” tienes a uno de tus socios escuchando la conversación, tomando detalle de todo y dándote las mejores respuestas para que causes la mejor impresión. Sois dos contra uno y eso os da ventaja, sobre todo cuando estáis empezando y tenéis reuniones con gente más experimentada.
No juegues con desventaja ante tus clientes.
Si todavía no tienes esta funcionalidad en tu empresa llámanos, pero recuerda que seguramente seamos dos contra uno.